De los anillos de hadas 💫

as oído hablar en alguna ocasión de los fairy rings? Los círculos o anillos de hadas de los que tanto se hace mención en  los antiguos recortes de prensa, y en las leyendas y en los cuentos... así como el que Hester Margetson pinta aquí, a los pies de esta niñita, mira: 

Hester Margetson

O aquí, ante la muchacha que los observa embelesada:

Hester Margetson, "El hada del bosque"

Son champiñones —o setas,🍄no importa mucho eso, en realidad— dispuestos en círculos casi perfectos📍y formando micélios en el subsuelo:📌 y constituyen la señal inequívoca que emiten los bosques —y que incontables viajeros han necesitado a lo largo de los siglos— para determinar que un lugar concreto está, indudablemente y de alguna forma, habitado por las hadas.

Margaret Tarrant

A veces los llaman corros de brujas (en algunos lugares de Europa lo hacen así, pues se cree que marcan los sitios secretos en los que las hechiceras celebran sus aquelarres).

Me gustaría volar en una escoba y danzar con otras brujas paganas en el bosque a la luz de la luna, invocando las fuerzas de la tierra y ahuyentando demonios, quiero convertirme en una vieja sabia, aprender antiguos encantamientos y secretos de curandero. No es poco lo que pretendo. Las hechiceras, como los santos, son estrellas solitarias que brillan con luz propia, no dependen de nada ni de nadie, por eso carecen de miedo y pueden lanzarse ciegas al abismo con la certeza de que en vez de estrellarse saldrán volando. Pueden convertirse en pájaros para ver el mundo desde arriba o en gusanos para verlo por dentro, pueden habitar otras dimensiones y viajar a otras galaxias, son navegantes en un océano infinito de conciencia y conocimiento.

✏️ Isabel Allende, Paula

Ida Rentoul Outhwaite 🧹✨️✨️

En otras partes de aquí, del viejo continente, se dice que los fabulosos anillos lo que señalan es el lugar en el que danza el diablo algunas noches (él, u otros seres de naturaleza también sobrenatural y de moral, asimismo, cuestionable 🫤) a la luz de la luna.

Una mañana, antes del oficio matinal, se aparece delante de mí, al pie de mi cama, una especie de enano horrible de soportar con la mirada. Era, tanto como pude juzgarlo, de estatura mediocre, con cuello cacarañado, lleno de viruela, con cara demacrada, sus ojos muy negros, la frente rugosa y crispada, las narices encogidas, la boca prominente, los labios hinchados, el mentón inclinado y muy derecho, una barba de chivo, las orejas vellosas y afiladas, los cabellos erizados, los dientes de perro, el cráneo puntiagudo, el pecho hinchado, la espalda jorobada, las nalgas temblorosas, la vestimenta sórdida.

 ✏️ Raoul Glaber (monje que vivió en torno al año mil)

Hester Margetson

Otras veces los llaman solo como anoté allí al principio, en las primeras líneas (lo de fairy rings y eso), pero todas las referencias, empleen el nombre que empleen, aluden a una misma creencia —en muchos casos, casi casi una certeza—: la de que, una vez que tengas una de esas increíbles formaciones delante, allí ante tus pies y frente a tus ojos, estarás sin excepción ante el peligroso lugar ⤵️ en el que el pueblo pequeño se reúne por las noches para realizar sus bailes (les encanta bailar y tienen muchísimo talento para ello, y a las gentes, por lo demás, les chifla verlas haciendo eso —pese al riesgo que supone acercarse mucho y ser arrastrado al círculo de baile, por cierto—), o quizá (como así creían los antiguos irlandeses y escoceses), frente a la mismísima puerta de entrada hacia su mundo minúsculo y magnífico. 

Margaret Tarrant,  "Víspera de verano"

No ha sido poca la tinta que se ha vertido a lo largo de los últimos siglos (en particular, en el ocaso del siglo XVIII), sobre todo allí, en las islas Británicas, en busca de la teoría que pudiese explicar su aparición. 

Hester Margetson

Los moradores de esas islas siempre supieron que los que creaban los anillos eran los habitantes del pueblo pequeño (por sus propios pies mientras bailaban o por las huellas de los cascos de los ponis que montaban y que hacían trotar en círculo en las noches, siempre en las noches), pero a los investigadores esa certeza nunca les bastó (y alegaron por ello que si eran producidos por los hongos, o que si por el estiércol de los caballos, o que por los rayos o los topos o por...).

Margaret Tarrant, "El camino de las hadas"

Supongo que ahora habré de despedirme ya, hace demasiado frío para estar sentada a la orilla del lago. Otro día, si quieres, seguiremos descubriendo las cosas de la gente diminuta, viajero. 🙃 ¡Ah!, y que este 2026 que está tan cerquita se abran todos tus caminos. 😇

Sea como sea, no te olvides nunca de bailar🙏🏻: como las hadas, como los duendes... (salvo Titus B., que detesta la danza desde siempre). 🫠😄👋🏻

📍El diámetro de los anillos puede medir tan solo algunos centímetros o, por el contrario, varios metros 

📌Los hongos forman micélios subterráneos de crecimiento radial

⤴️ No era conveniente que de ellos se recogiese el rocío, ni para el cuidado de la piel ni para nada y, si por descuido —o por lo que sea— entrabas en un anillo, corrías un riesgo severísimo de ser secuestrado por las hadas... todo esto sin mencionar, claro está, el hecho de que un duende pudiese conducirte hasta él, y quedaras de esa manera atrapado para siempre 🥲

Margaret Tarrant

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🖌 Imagen de cabecera: John Anster Fitzgerald, Los intrusos 🍄🐌🧝‍♂️

🧚‍♀️🌙 Lola 🧝🦉

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