🌿 El lápiz de las dríades 🐦✨️

Dicen que, cuando el viejo árbol que habitan se muera, ellas morirán con él ... Que las dríades -las hermosas ninfas que pueblan cada rincón entre todas las hojas del mundo... entre raíces, ramas y flores- en sus manitas solo tienen el tiempo con el que cuenta el árbol al que están unidas ... La tarde que las vi por primera vez , una de esas tardes luminosas y tibias de principios de febrero en las que la vida se afana por renacer con tanta fuerza que es imposible que, sobre la tierra, haya alguna criatura -por anciana o niña que sea- que no perciba esa lucha, que no se estremezca ante ese grito mudo... John William Waterhouse,  Hamadríade  (1895) Que no alce los ojos al cielo y suspire de alivio: - Ya se van -se oirá decir a todos los ojos, muy bajito, casi con miedo-: las sombras, todas las sombras se van ya ... Esa tarde -decía-, las dríades me hicieron un regalo:  el precioso lápiz que unos duendes elaboraron para mí , siglos atrás , con madera de espino blanco y unas poquitas esm

38. El alquimista

Heinrich Lefler (detalle)

Una capucha oscura le cubre la mitad del rostro. Casi no puedo verlo y, aún así, sería capaz de decirte que es muy guapo... ¡Cuando Titus B. despierte y descubra que he escrito esto se va a enfadar muchísimo! 😁

Se llama Roger, el dueño de la voz ronca. El hombre alto y corpulento. El hombre de la tez dorada y la barba apenas cubierta por unas pocas canas. Se llama Roger y me lo dijo uno de estos amaneceres. El mismo que vencí al sueño y me puse de pie. Aquel que, ayudada de sus manos grandes, llegué hasta el inmenso ventanal que abre el muro oriental de la torre del alquimista y se hace su dueño, mostrándome un bosque hecho a base de copas de árboles muy viejos y muy altos.

Del vuelo bajito de mil libros volantes.

Casi al pie de una luna que se moría...

Si hubiera vuelto la vista atrás, habría encontrado a Nimue acurrucada junto al duende. Ya sé de qué están hechas las marcas que tiene en el cuello. Me lo dijo el hombre guapo de la capucha oscura que ve pasar su vida entre retortas y alambiques. Me lo dijo, que fue él quien la encontró una tarde en los confines de Brocelianda: tirada junto al río que separa nuestro bosque de tu mundo.

La patita ensangrentada.

Un collar con pinchos de acero clavándose en su piel...

✏️ Imagen de cabecera: Heinrich Lefler (detalle) ✨️✨️

Este relato apareció publicado, por primera vez, el día 17 de marzo de 2013 en el blog Cuentos de Brocelianda

"Beato de Fernando I y doña Sancha" (BNE Vitr/14/2). Detalle
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✨️ Lola ✨️

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