![]() |
No sé qué tiene en las manos el personaje más bajito de los tres... 🤔 ¿tú lo sabes, viajer@? Nos (te) mira de nuevo. Y es como si sientiese miedo, ¿no? -bueno, para ser justos, lo que parece que experimenta ese pobre hombrecillo es una mezcla de temor y aburrimiento exagerado y apatía inaguantable, ¿verdad?: así como si estuviese un poco ajeno a lo que le está sucediendo y, a pesar de todo, lo lamentara-... ¿No crees? ¿No crees que es como si esperase desalentado que el ángel al que toma de una mano le fuese a decir algo que no le va a gustar ni tampoco nada? 🤦🏻♀️
![]() |
![]() |
Tiene nuestro ángel los pies (rojos también, como roja es la túnica que lo viste) separados, cada uno pisando una parte distinta de ese suelo que aparece en la escena y la divide en dos mitades casi idénticas: a tu derecha y a la mía, verde; la de nuestra izquierda, inexistente por estar llenita de agua... un agua oscura y no muy calma en la que nadan dos peces grandotes.
![]() |
Aparte de estas dos figuras -rodeaditas de nuevo de ese desesperante amarillo por todas partes-, otra se cuela ante la vista de los que contemplamos la miniatura para que no nos quede más remedio que preguntarnos para qué está ahí: lleva una especie de bordón en las manos.
![]() |
No es un ángel y su aureola es roja, aunque la túnica que lo cubre no parece tan exquisita como la del compañero que es el centro de la escena... ¿quién demonios es? ¿De dónde ha salido y qué es lo que quiere? 🤯
✏️ Imagen de cabecera: miniatura que ilumina un Beato al que no logro dar nombre, ¿lo conoces tú, viajer@, acaso?
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por ser parte de mi mundo 😇🙏🏻