![]() |
Si pienso en ella la veo amarillita. Con los pies mojados por el agua del Tajo, con el sol cayendo a chorros por sus calles marcadas de raíles.
Tiene cicatrices, Lisboa.
Sus cicatrices tienen forma de raíles.
Y son hermosas, muy hermosas.
Por ellas circulan los tranvías: rojos, amarillos, marrones, verdes…
Bajan y suben.
Bajan y suben, acariciando su piel marcada. Como hormiguitas rápidas, coloreadas, que conducen al visitante hasta el lugar en el que un día estuvo la casa de san Antonio de Padua: frente a la catedral, en el corazón de la Alfama… el santo Antonio querido.
![]() |
Luego el castelo de san Jorge -un poco más arriba, a dos minutos a pie- entre tiendas de recuerdos, cantos callejeros... El castelo custodia la ciudad con ojos avisados -siempre abiertos, siempre expectantes- mientras Lisboa, risueña y despeinada, se deja mecer a orillas de un Tajo irreconocible junto a ella por lo soberbio.
![]() |
Lola Pérez García, "Vistas desde el castelo de san Jorge" |
El Tajo parece feliz de morir en Lisboa.
Lisboa entorna los párpados y me mira complaciente. Se sabe bella. Inolvidable.
📷 Fotografías tomadas por mí 🙃
Estas pocas líneas aparecieron publicadas, por primera vez, el día 10 de febrero de 2015 en el blog El cuaderno secreto de Lola.
Para que no se pierdan en el olvido, dejaré que dormiten aquí, bajo estas poquitas líneas, el comentario que recibió en aquel momento y la respuesta que yo le di 🙈, mira:
![]() |
![]() |
✨️✨️ No te vayas, peregrin@, sin dejar un comentario 🙏🏻. Que, mientras esté formulado desde el respeto, será muy bien recibido ✨️✨️
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por ser parte de mi mundo 😇🙏🏻